LIBIA: UNA LECCIÓN DE ESTRATEGIA

 José  Rafael Revenga                         Marzo 06, 2011

Al cierre del domingo 06 de marzo no había información neta sobre quien controla la ciudad de Zauiya situada a unos 50 km. al oeste de Trípoli y sede de una refinería con una capacidad de 200.000 b/d. Durante el sábado 05 las fuerzas de Gadafi lanzaron dos ofensivas en tres frentes con por lo menos 35 tanques y vehículos disparando contra las viviendas de los civiles. La ofensiva matutina fue repelida a pesar de que varios testigos la calificaron como una “masacre” de la población civil. La segunda ofensiva ocurrida en horas nocturnas arrojó un balance incierto. Sin embargo Zauiya se encuentra sitiada tanto en su flanco este, más próximo a Trípoli, como en su flanco oeste.Sus 200.000 habitantes viven escenas de horror por los asesinatos indiscriminados

Dudo que en Zuaiya los actores civiles puedan mantener más allá de unos focos de resistencia urbana en los próximos días. Estamos en presencia de una nueva Varsovia año 1944 en la cual después de una resistencia heroica durante 63 días, los polacos sucumbieron frente a las tropas nazi. En esa acción 40.000 insurgentes, incluyendo 4.000 mujeres, con armas para solo 2.500 combatientes le hicieron frente a una fuerza nazi de unos 30.000 efectivos militares armados con tanques, artillería y aviones.

 

Mientras tanto la comunidad internacional, y en primer lugar la ONU, se mantiene impávida e inerte escudándose en unas sanciones declaratorias sin mordida alguna. El espectáculo es tan asombrosamente desconcertante que no se puede descartar que en estos mismos momentos las salas de conflicto de varias naciones estén activando planes de contingencia militar.

Al Baida y Bengasi están en manos de los civiles desde hace más de una semana. Ras Lanuf fue controlado el viernes 04 de marzo. La estrategia de Gadafi es defender a la fortaleza de Trípoli para lo cual reprime con armas anti-tanque y ametralladores .50 cualquier agrupación y marcha de los ciudadanos. Además, requiere reconquistar a Zauiya hasta ahora en manos de los rebeldes. Contra esta ciudad, a solo unos 50 km. de la capital, las fuerzas armadas libias acompañadas por mercenarios africanos han lanzado tres feroces ofensivas liderizadas por más de 35 tanques.

Gadafi tiene que controlar a Zauiya para evitar que se establezca un frente al oeste de Trípoli el cual por su cercanía generaría una movilización de los suburbios hacia el centro de la capital. Hay que tener en cuenta que los rebeldes controlan todo el territorio hasta Ras Lanuf y además han tomado a Misrata al este de Trípoli. El único obstáculo por resolver en la marcha desde Bengasi hasta Trípoli es el baluarte de Sirte, ciudad natal de Gadafi, el cual está fuertemente defendido. Las próximas acciones ofensivas versarán sobre Misrata por parte de Gadafi y sobre Sirte por parte de los 7.000 rebeldes cuyo objetivo final es tomar la capital.

La marcha sobre Sirte, con 135.000 habitantes, debe iniciarse el lunes 07 de marzo. Sin embargo, la proximidad de la pelea hace que las dos tribus dominantes (Al-Farjan y Gatatfa)esten considerando retirar su apoyo a Gadafi. Esto permitiría el avance y la toma de la ciudad en breves días. Su impacto se dejaría sentir de inmediato sobre Trípoli ya que no quedaría otro obstáculo militar por superar. Además, la tribu Gatatfa es la propia de Gadafi y la pérdida de su apoyo tendría un considerable impacto sobre sus defensores en Trípoli.

El punto de concentración de los rebeldes se encuentra a solo 90 km. al este de Sirte. La columna fue bombardeada el domingo 06 pero no hubo daños ni victimas. Mientras tanto, el Consejo Nacional que sesiona en Bengasi y se atribuye la representación exclusiva de la nación Libia declaró: "Nosotros no queremos una intervención militar directa ni tampoco tropas extranjeras en tierra libia. Los revolucionarios han decidido que no requieren de una acción militar extranjera en los momentos actuales. Hemos llegado a donde estamos sin ayuda y continuaremos con el combate".

El Consejo designó un triunvirato ejecutivo integrado por un ex-ministro de defensa de Gadafi, el embajador renunciante frente a la India y por el jefe de una organización científica. El embajador libio frente a la ONU, quien renunció a  su puesto el mes pasado, será de hecho el nuevo ministro de relaciones exteriores encargado de obtener el reconocimiento mundial de la legitimidad del nuevo gobierno.

 LA NIEBLA DE LA GUERRA

Como en todo conflicto abierto en un teatro de operaciones la información ("inteligencia") es vital y en muchos casos determinante. En el caso actual de Libia ni los protagonistas en los diferentes frentes de batalla disponen de ella. La organización militar de los rebeldes es espontánea, llena de entusiasmo y compromiso pero sin organización ni  entrenamiento en el uso de las armas. Lo sorprendente es que hayan podido controlar tantas ciudades-puertos en la zona oriental sin encontrar casi ninguna resistencia. En la toma de Ras Lanuf en una ocasión los rebeldes avistaron unos 60 tanques leales a Gadafi pero éstos nunca entraron en acción y han desaparecido. Las incursiones de los caza y de los helicópteros artillados ha sido mínima. Dos helicópteros fueron derribados en Ras Lanuf por los rebeldes.

Por otra parte, el gobierno de Gadafi juega a una campaña de desinformación primitiva. El domingo 06 Trípoli se despertó con un jolgorio a base de cantos y disparos durante más de una hora motivados por la supuesta recuperación de Ras Lanuf, Bengasi y Tobruk. La versión fue desmentida de inmediato por el comando rebelde.

EL COMANDO REBELDE REFUTA LA DESINFORMACIÓN DE GADAFI



No hay información verosimil sobre el estado de ánimo de los efectivos militares al mando de Gadafi. El escenario más probable es el de la continuación de enfrentamientos militares alrededor de las ciudades claves. Al caer Serti, la erosión del apoyo militar y tribal a Gadafi se intensificará. De allí en adelante puede darse una masacre desesperada de civiles ordenada por Gadafi para luego terminar con el desplome definitivo del régimen. Tiempo estimado, a pesar de estar envuelto en una densa y opaca neblina, máximo dos semanas.